jueves, 21 de enero de 2016

Primer día (mañana)

A partir de hoy no fumo más.
En realidad debería decir desde anoche no fumo más, ni modo que fume mientras duermo, no?.
Pero desde que me desperté, a las 9:15, ha pasado una hora, son las 10:15, y estoy aguantando, a duras penas.
En realidad siento una terrible desesperación por tomar un cigarrillo, encenderlo y llevar el maravilloso humo a los pulmones. Maravilloso. Si, porque es maravilloso, es un placer fumar, como lo es la comida para el gordo.
Además de un placer, el cigarrillo es mi amigo. Mi único amigo y compañero de soledad, amarguras, angustias y dolores. Pero no ha sido sólo mi compañero en malos momentos, sino que también estuvo es los mejores, calmando mis nervios cuando nacieron mis sobrinos, antes de un examen, después de un examen, cuando me recibí de Licenciada, festejos cumpleaños, bautismos, reuniones familiares, Navidades y Años nuevos, etc.
Hoy he decidido abandonar a ese amigo que estuvo conmigo diariamente, a toda hora, por los últimos 13-14 años.
¿Los motivos? Uno es noble, el otro es la ambición.


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