jueves, 21 de enero de 2016

Primer día (mediodía)

Son las 1:35 p.m. 
La necesidad de fumar se vuelve insoportable. NECESITO UN MALDITO CIGARRILLO!!!!!!!!!!!!!!!
Hace un rato regresé de acompañar a mi hermana al médico. ¡Qué tortura no poder fumar en la espera, que tortura mientras esperamos que nos vengan a buscar en el auto! 
Necesito distraerme, pero donde más fumo...fumaba, es en la computadora y escribir en este blog es en parte distracción y en parte también es verdugo.

Nadie que no haya pasado por la recuperación de una adicción sabe el infierno que estoy pasando este primer día. Me duele horrible la mandíbula, como si los músculos de la cara se contrajeran en un intento de succionar el humo que ya no está, me duele la cabeza, me siento sumamente irritable, como si un monstruo se apoderara de mi cuerpo, siento como si bichos, moscas, caminaran por mi piel. Me siento como la mismísima mierda.

Primer día (mañana)

A partir de hoy no fumo más.
En realidad debería decir desde anoche no fumo más, ni modo que fume mientras duermo, no?.
Pero desde que me desperté, a las 9:15, ha pasado una hora, son las 10:15, y estoy aguantando, a duras penas.
En realidad siento una terrible desesperación por tomar un cigarrillo, encenderlo y llevar el maravilloso humo a los pulmones. Maravilloso. Si, porque es maravilloso, es un placer fumar, como lo es la comida para el gordo.
Además de un placer, el cigarrillo es mi amigo. Mi único amigo y compañero de soledad, amarguras, angustias y dolores. Pero no ha sido sólo mi compañero en malos momentos, sino que también estuvo es los mejores, calmando mis nervios cuando nacieron mis sobrinos, antes de un examen, después de un examen, cuando me recibí de Licenciada, festejos cumpleaños, bautismos, reuniones familiares, Navidades y Años nuevos, etc.
Hoy he decidido abandonar a ese amigo que estuvo conmigo diariamente, a toda hora, por los últimos 13-14 años.
¿Los motivos? Uno es noble, el otro es la ambición.